Thursday, August 28, 2008

intelectuales e izquierda ampliada

Fuimos a la venta nocturna de una librería -qué cosa tan desagradable- los tres libros que compré no tenían descuento, y no los compré porque "iba a ver qué encontraba" si no porque "necesitaba comprarlos" así que hubiera dado lo mismo hoy que ayer, o mañana.

Entrando en el extremo de la derecha había un grupo de empresarios culturales. Noté que la población mexicana tiende a ser más blanca, más alta y con ropas más obscuras cuando uno se acerca a ese Sector Social. Entre todas esas mujeres que iban como si asistieran a una gala me sentía realmente achaparrada, como en Noruega.

Asisitió la locutora de radio
La presentadora del programa de televisión

y el conductor de noticias de esos canales, 11 o 22, que todos los que han cursado hasta el nivel licenciatura (o mayor) y tienen más de 15 focos en su casa conocen. ¿Cuántas veces a la semana comes carne?

you are part of the life I never had pagó con su tarjeta de crétido y tuvo que esperar a que las más de cinco personas delante de él con más de 10 libros hicieran lo propio antes de salir felizmente con una bolsa de 900 pesos en libros.

Yo, que sólo quería comprar los libros esenciales, tuve que pagar 400 pesos en libros, porque las editoriales que generalmente tienen los libros que me gustan no son parte de esos empresarios culturales que desean ir a las ventas nocturnas.

Mientras, la Esposa del Escritor sonreía igual que yo, con esa sonrisa de esposas de. Ella no estaba aburrida, pero no le gusta hablar en público cuando su esposo habla de Kerouac. Como yo no tenía ganas de hablar de nada me contentaba con verla y sonreír, gual que todas las mujeres desde hace más de 2000 años.

Pensé, quizá por todo esto no me gusta comprar libros nuevos.

Wednesday, August 20, 2008

Mujer de izquierda

Es fácil identificar una mujer de izquierda prefiere joyas de plata o textiles.
Mujer con ropas de colores vivos, podría tratarse siempre de la misma estudiante del 68 escuchando rock, perfumada con bejuco.
Toda la vida detrás de la cortina.
Los muebles de madera y zapatos de cuero color café, sólo dos pares, son parte esencial de su existencia.

No se casa,
se divorcia

así es esa mujer de izquierda, aunque no milita por ningún partido, es leal es revolucionaria es generalmente pobre es una contra el mundo, hasta que comienza a trabajar y se olvida de todo eso a cambio de una vida agradable en el sur de la ciudad. La recuerdo comiendo platillos tradicionales en el campo y fumando cigarrillos sin filtro.

Sabía hablar más de dos idiomas, leía los periódicos y a todos los escritores rusos de antes de la revolución.

Crecimos como mujeres de izquierda, era esencial creer que podríamos hacer un cambio en el país, pero quizá nadie dijo que el país no siente la necesidad de cambiar.
Las mujeres de izquierda tampoco cambian, desde entonces, nacen, crecen, florecen y se marchitan en el mismo pasillo de la universidad.
A veces los hombres de derecha buscan una mujer de izquierda para tener ciertas aventuras, que no van más allá de lo meramente sexual, con un poco de aprecio amistoso. Por algún motivo eso tampoco ha cambiado en los años.

Ella sabe también que todo es parte de lo que viene con los años,
tan sólo por solidaridad con el resto de la comunidad.