Wednesday, May 26, 2010

Un buen hombre

¿Uno debería escribir para otros? o ¿para nadie? En general no es algo que me haya preocupado mucho, pero desde que hablé con un buen hombre que ama a una amiga entendí que ni siguiera es que se escriba para alguien o por alguien, quedó claro el que escribe tampoco es dueño de lo que dice.

Lo decía convencido porque había encontrado la paz, una paz duradera.

Cuando comenzó su libro creía que escribía para alguien, que era necesario que esos otros lectores supieran que había hecho algo con toda esa acumulación de tiempo, que dijeran que estaban de alguna forma equivocados, porque escribió cuando ellos lo señalaban.

pasaron 120 días, y luego un año, otro año y luego tres más, así sumo unos 10 hasta que por fin ese libro que escribió pensando en los otros pudo ser publicado, casi como si no lo hubiese pedido, como si las palabras se dispusieran por sí mismas a ser pronunciadas.

Para ese entonces muchos de esos otros habían dejado de preguntarle qué hacía con su tiempo o por qué lo hacía y por qué en cambio no hacía nada. De hecho no tenían el más mínimo interés en obtener una respuesta, de alguna manera toda esa acumulación de nada era habitual y significativa por sí misma.

Posiblemente con los años ellos mismos veían que detrás de su propia existencia tampoco había mucho.

Eso habría sido suficiente para aquel que escribe para sí mismo, pero no fue así, él tampoco no creía que fuera necesaria su propia aprobación.

Este buen hombre cree en Dios y está convencido en que eso tiene mucho más que ver con la capacidad de escribir que con él mismo o con las otras personas.

Dijo que estaría contento de que el libro que escribió no lo leyera nadie, porque para él lo importante ya fue dicho, lo importante es escribir para escribir, ni por uno ni por nadie.

Quizá tiene razón.