Creo que no teníamos nada en común. Cómo si todo eso que no soy, la ciudad y el tiempo, se lo hubieran tragado, haciéndo perder la coherencia a nuestra relación. Para cuando llegué, ya ni siquiera era cercana a una remota ilusión de lo que habría sido. No estaba ahí.
A veces me sorprendo soñando con Glasgow y añorando las calles con hierros en las jardineras, el clima terrible y las colinas de sus calles angostas. Todo eso que solía odiar. Estando allá me reconfortaba soñar con las avenidas gigantescas, los árboles siempre verdes y las planicies amarillentas de este país. El dilema del exilio es que se impregna en el alma. ¿Qué son seis meses despúes de todo?, no son absolutamente nada, un poco de silencio en las costumbres aprendidas, las mismas que hacían la cotidianidad somnolienta. Una remota ilusión de lo que no era y soy.
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2 comments:
Hola B. Me encanta tu blog. Di con él por casualidad y ya lo leí casi todo. Es fresco, sentido, azotado, inspirado... Me gusta. No dejes de hacerlo porque yo andaré por ahí para leerlo de vez en vez. ¿Has consultado la revista inglesa "Granta"? El último número está súperbueno. Se llama "In the Deep End". Por desgracia aún no está en la red (granta.com), pero se trata de lugares y personajes y almas del fin del mundo, es decir de los extremos donde acaba el mundo. Estoy seguro de que te gustaría leerlo. Saludos. J.
Gracias Anonymous el chiste es vivir el tiempo contemporáneo con el mismo sentimiento de los hoabitantes del siglo XIX
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