Un día en el súper, tan mal, vi el fantasma de aquel estudiante de filosofía con ojos verdes y naríz nórdica del que me enamoré profundamente durante un viaje en el que me dediqué a espiarlo, buscarlo y admirarlo de lejos. Parecía mucho más viejo y estaba terriblemente gordo, pero seguía con esa actitud taciturna que me encantaba. Sólo hasta este momento, casi diez años después, recordé que existía y que tocaba la guitarra.
Estos días son extraños, he tenido sueños que parecen importantes, seguramente lo son.
Dias después en una cafetería con POL volví a ver el fantasma de ese joven. Erick, Frances, Christian o lo que fuera estaba acompañado de una mujer intelectual que comenzó a ligarlo hablando de Schopenhauer y terminó la conversación alabando al juego de nintendo "en el que salía Yoshi". Así me parecía aún peor que la aparición en el supermercado.
Y de todas formas yo no lo recordaba, ¿para qué angustiarme de ese amor?
Tuesday, January 22, 2008
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1 comment:
hay veces que esos amores espontaneo son recordados, y recordados con mucho cariñito...
pochoclo: asi le dicen los sudacas al maíz
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