Wednesday, June 04, 2008

Co-Editor, Research Assistant and Guest Columnist

Mi computadora tiene bocinas peores que el Ipod. Suena como un radio de AM más o menos, las de la otra computadora eran mejores, claro que pesaba casi 10 kilos, el disco de radiohead me gusta cada vez más. En los últimos días me he dedicado a ir y venir de tiendas departamentales, lidiar con vendedores de refrigeradores, salas que no entran por la puerta de mi casa, hasta sueño con tarjetas postales que me envían los editores de cierta revista. Un tipo nefasto en mi trabajo juega a la “violencia laboral”. En Francia eso se considera un delito, pero para el idiota es una forma de dar consejos para que mejore mi desempeño. Sus consejos son las historias de la gente que han corrido de mi puesto. El tipo dejó a una de sus hijas en México cuando se fue de vacaciones a Estados Unidos y se fue con la otra, porque no se había dado cuenta de que la visa de una había expirado.
-Pero eso puede traumar a una niña, imagínate quedarte sin poder ir a unas vacaciones así.
-¿eh? No lo había pensado.
Así que pienso en esa anécdota personal que él me platicó amablemente para recordar que no todos mis errores son fatales.

No comments: